Historias de la Carne

1968: Carne sobre carne

El año en que se filmó la película "Carne" coincidió con una acusación por Gran Bretaña ante un brote de fiebre aftosa en su territorio, lo que obligó a la industria frigorífica nacional a reconvertirse

  La película "Carne", dirigida por Armando Bo y protagonizada por Isabel "la Coca" Sarli, provocó un gran revuelo entre la pacatería criolla. La escena más emblemática del film transcurre dentro de una cámara de frío, entre cientos de medias reses que le otorgan un oprobioso aire de morgue. "Delicia" -nombre poco sutil del personaje de Isabel Sarli en la película- camina lánguidamente, tomando notas en una libreta, cuando ve que unos zapatos de hombre se asoman, amenazantes, entre los animales colgados. Obviamente, los zapatos son de Humberto (Romualdo Quiroga), apodado "El Macho", sin eufemismos, que nuevamente se le abalanza y la arroja sobre una media res al grito de "así me gusta, carne sobre carne", una de las frases que mejor resume las pasiones y las pulsiones de los argentinos. "Otra vez no", se alcanza a escuchar la desolada voz de la Coca, en una toma que hoy sería prohibida.

De aftosa y de militares

  El año de la carne sobre la carne, el General Juan Carlos Onganía tenía al país bajo sus botas, después de haber derrocado en 1966 a Arturo Illia en la autodenominada "Revolución Argentina". Casi como en una pesadilla recurrente, en 1968 se fijaron precios máximos y se sucedieron discusiones con Gran Bretaña -nuestro principal comprador por entonces- que había suspendido la importación de carne vacuna de las pampas por un brote de aftosa en la isla del cual nos acusaba.  

  No era un buen momento para el país: el ministro de economía, Adalbert Krieger Vasena, había revocado las medidas de nacionalización y control de capitales del gobierno de Illia, intentaba contener la inflación congelando los salarios y devaluando un 40% la moneda.

  El sector agropecuario fue seriamente perjudicado por la devaluación y por el aumento de los porcentajes de retención a las exportaciones, así como por la supresión de las medidas de protección y los subsidios a las economías regionales. Fue un año de revueltas estudiantiles, de luchas intestinas en la CGT -entre Raimundo Ongaro, Augusto Vandor y José Alonso-, de aumento sostenido del costo de vida, de creación del INDEC y de tironeos con el Banco Mundial.

  La acusación de Gran Bretaña era casi la "frutilla del postre" y tal situación está claramente graficada en la película. "Después los ingleses dicen que tenemos la astosa (SIC)", asegura un joven Juan Carlos Altavista al entrar al camión en el que tenían encerrada a Sarli para que "El Macho" y sus amigos sosegaran sus mas bajos instintos. Mientras tanto, como no podía ser de otra forma, sus amigotes se zampaban un asado a pocos metros del trailer.

  1968, el año de "Carne", fue clave para la industria frigorífica ya que la veda a la exportación de carnes con hueso exigió cuantiosas inversiones y la introducción de tecnologías para despostado, preparación de cortes enfriados y congelados. También creció el mercado norteamericano, que sólo admitía carnes procesadas, impulsando numerosos desarrollos en carnes enlatadas.

Curiosidades

  Un último dato sirve para reforzar la idea de que la película es uno de los íconos culturales que terminan de unir para siempre la pasión de los argentinos por la carne vacuna y la "otra carne": se ve que Armando Bo le agarró gustito al tema porque fue propietario del Frigorífico Regional Serrano, ubicado en Brinkmann (Córdoba).

1968: Carne sobre carne

  No fue, sin embargo, el lugar donde se filmó "Carne". Al principio de la película se agradece a los "Frigoríficos Cóndor" de Avellaneda, "orgullo de la industria nacional", por el préstamo de las locaciones, y se aclara que las escenas allí filmadas "nada tienen que ver con la realidad", aunque acto seguido otro cartel lo contradice, afirmando "inspirada en hechos auténticos".

  Una curiosidad: la recordada frase "qué pretende usted de mí", repetida hasta el hartazgo, no formó parte del guión de la película. Tanto es así que cuando hace unos años la banda Bersuit Vergarabat se inspiró en "Carne" para filmar su videoclip "La Argentinidad al palo" -una canción que también hace alusión a la cultura parrillera-, invitaron a la Coca Sarli para grabara especialmente la famosa frase nunca dicha.

  Está claro. Más allá de los avatares de la producción nacional, la película "Carne", repetida en canales de cable, en DVD, o en ese limbo perpetuo de almas que es "Youtube", marcará eternamente uno de los rasgos más profundos de la argentinidad: la pasión por la carne.


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