De los residuos orgánicos de faena a la producción de energía sostenible
Luego de diversos tratamientos, los residuos orgánicos de la industria son derivados a un biodigestor para generar gas metano.
Frente a la demanda de producir carne de forma sostenible, por parte de los grandes clientes como Walmart, McDonald's o Metro, entre otras cadenas, el frigorífico Arrebeef, desde hace cuatro años y a partir de inversiones muy significativas creó un nuevo nicho de negocios. Así nació Arrebeef Energía, una planta que produce energía a partir del tratamiento de los residuos orgánicos generados por la faena de vacunos.
"Es la primera planta en un frigorífico a nivel mundial que utiliza los residuos orgánicos de la faena de vacunos como fuente de alimentación para un biodigestor", explicó Hugo Borrell (h), director general de Arrebeef.
"Todos los residuos que incluyen el contenido ruminal de los animales, el bosteo, de los corrales, la limpieza de las jaulas, la sangre que queda en el proceso, o la grasa, son recogidos y utilizados en esta planta. Toda esa línea de productos tiene una proceso que se prepara para ingresar al biodigestor que hace su trabajo con temperatura y circulación de ese producto que genera gas metano que ingresa a una cúpula y luego de extraerlo se lo purifica. Luego ingresa a un motor que genera energía que se conecta a la red nacional", explicó el CEO de la empresa ubicada en Ramallo.
El generador produce 1,5 Megavatios que permiten abastecer de energía eléctrica a una población de 6.000 usuarios y evite emitir al medio ambiente 2.400 t de dióxido de carbono.
Para la construcción del biodigestor se utilizaron materiales, en un 70% de origen nacional, pero la tecnología aplicada es de origen italiano.
Por otra parte, todos los contenedores de carne o camiones que salen de la planta, y a todas las jaulas que ingresan, se le pone a disposición un informe de mitigación del impacto ambiental, que se puede generar por comprar hacienda en Ganagrin, que envió poco más de 4.000 animales en lo que va del año, con un ahorro en la emisión de CO2.
Arrebeef integró, además, los protocolos de bienestar animal, y de calidad e inocuidad de los procesos. Asimismo, el packaging debe ser hecho con materiales acordes a la sostenibilidad."Tratamos de contagiar a toda la cadena de valor: desde los clientes, hasta los productores y a los proveedores de insumos, además de hacer mucho hincapié en el medio ambiente con la huella hídrica o la huella de carbono", cerró Borrell (h).
