RecrÃa en el Valle de TrevelÃn
En esta región, donde llueven 700 mm anuales concentrados en los meses de invierno, la disponiblidad forrajera de primavera y verano favorece a la ganaderÃa.
En el Valle de TrevelÃn, a escasos 40km de la frontera con Chile y con la cordillera de los Andes de fondo, no sólo se plantan tulipanes y se arriman los turistas a hacer trekking para admirar los paisajes chubutenses. También hay establecimientos ganaderos que combinan rodeos bovinos y ovinos para hacer carne y lana porque las condiciones agroclimáticas son muy favorables.
"Acá tenemos muy marcadas las cuatro estaciones", señala Leo Jones, desde el establecimiento El Corralito, "Una de las caracterÃsticas importantes es que las precipitaciones, que rondan los 700 mm al año, se concentran casi en su mayorÃa en los meses de invierno. Son meses bastante crudos donde no nieva tanto en los valles, pero si en los alrededores. Son inviernos muy lluviosos, frÃos y húmedos lo cual para el trabajo con la hacienda en los campos de crÃa requiere de atención especial. Por lo general las primaveras son muy buenas desde el punto de vista de la disponibilidad forrajera. Pero como no llueve de ahà en adelante, los campos se empiezan a secar, según como venga el verano más rápido o un poco más lento. Entonces, llegamos con pasto de muy buena calidad, abundante hasta más o menos mediados fin de enero y de ahà en adelante los ambientes se secan bastante".
La pastura natural es muy rica en diversidad y está compuesta de gramineas autóctonas y otras naturalizadas como el timote, la festuca, el raigras y tréboles: Hay trébol rojo, trébol blanco y uno llamado "trébol frutilla", una especie que está en abundancia en el suelo chileno, al otro lado de la Cordillera.
Es una región que en lÃneas generales es productora y exportadora de terneros hacia otros destinos. Los terneros están entre abril y junio en estos campos, y en su mayorÃa van a parar al Valle Inferior del RÃo Chubut, a los feedlots que están en Gaiman o Trelew, o al Valle de RÃo Negro o Patagones a terminarse. Son distancias muy grandes.
En los últimos años, la ecuación del negocio cambió y ahora es atractivo hacer recrÃa y terminación en la región de Esquel, incluso trayendo alimento balanceado desde BahÃa Blanca o La Pampa. "Los insumos para la terminación a corral valen lo mismo que hace un año prácticamente, y el valor del kilo vivo acá ha aumentado prácticamente al doble. Y entonces hoy sà es muy atractivo hacer la terminación a corral, por lo tanto hay una demanda en los últimos 6 meses muy fuerte de terneros que hace que entonces el valor que tienen en la Patagonia sea de 3800, 4000 pesos para arriba casi sin mirar mucho la calidad, o si es macho o hembra".
El negocio de recrÃa
En El Corralito, hoy el fuerte es la recrÃa. "Lo adecuado para este lugar es aprovechar el pasto de altÃsima calidad que hay durante la primavera y el verano", continúa Jones, "Nuestro esquema es meter terneros de la zafra anterior que pasan el invierno en otros campos a partir de octubre, que es cuando el pasto empieza a tener calidad y cantidad. Hacemos una recrÃa hasta fin de febrero, principios de marzo".
Durante ese perÃodo, el promedio de crecimiento de los terneros es de 110 a 140 kilos. Al ingresar con un peso de 200 o de 250 kg según la disponibilidad de animales que haya en el momento, muchos terminan este ciclo listos para una terminación final a corral de 30 a 60 dÃas. "Cuando el campo ya no tiene volumen de pasto, el ternero va a venta, a feedlot o lo terminamos nosotros en otros lugares. La terminación a Corral es una decisión que depende de cuán atractivo sea el negocio en ese momento", agrega el productor.
Si bien la Patagonia debe importar carne de otras provincias para abastecerse, y la demanda de terneros está en alza, el crecimiento de la ganaderÃa está acotado por el propio ambiente. Desde la Cordillera hasta la ruta 40 llueven unos 400 mm. y hacia el este llueve cada vez menos. Salvo aquellos campos que tienen provisión de agua desde los rÃos o de arroyos que están más hacia el oeste, no hay ganaderÃa vacuna fuera de esa lÃnea.
"En lÃneas generales se puede decir que donde puede haber una vaca ya hay. No hay mucho margen para que crezca la crÃa en cantidad de madres en nuestra región; sà hay margen para que se crezca en los indicadores de preñez y de destete que son muy buenos acá. Muchos campos destetan del 88% para arriba, con pesos de destete que estos ambientes dan terneros de 220 230 kg", concluye Jones.